jueves, 26 de mayo de 2011

Hoy

Hoy ha sido un día terrible. Hoy todo lo que podía salir mal ha salido mal. Hoy personas mezquinas me han hecho daño en los detalles más nimios. Hoy he tenido que soportar a los que no son felices y creen que su felicidad depende de hacer infelices a los demás. Hoy los poderosos se han vuelto a burlar de los humildes. Hoy los Dioses que sean me han negado el aliento. Hoy llego a casa vencido y humillado. Hoy es un día para olvidar.

Pero al ir a acostarme te veo dormida. Tienes cara de ángel. Tu sueño es tan sereno… Cada día luchas más que yo y te quejas menos. Cada día te queda un instante para decirme, con o sin palabras, que me quieres. Cada día le gritas al mundo que mientras estemos juntos seguiremos dando batalla, que unidos no hay rendición. Cada día me regalas un beso y el sonido de tu risa, como si fuese una dedicatoria en el libro de la vida que me has regalado. Cada día me escuchas y me ves abatirme, y me recuerdas quienes somos y de donde venimos. Cada día haces todo eso y mucho más.

Estás a mi lado dormida y hoy es un día maravilloso. Sólo te agitas un poco cuando te beso, y, hasta dormida, me obsequias con una sonrisa tímida, como si te diera vergüenza que te bese mientras sueñas.

Y hoy vuelvo a la cima del mundo, soy el más rico de los hombres, y regresa mi orgullo, y mañana, por ti, volveré a enfrentarme con los miserables. Por que tú eres mi prueba del nueve de que la vida vale la pena.


Para Eva.

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