viernes, 20 de enero de 2012

Viernes, 20 de enero de 2011

Tienes que tener espíritu de lucha, forzar los movimientos y aprovechar las oportunidades.
Bobby Fischer

(Robert James Fischer; Chicago, 1943 - Reykjavík, 2008) Ajedrecista estadounidense que fue Campeón del Mundo de 1972 a 1975. A los seis años, Fischer ya sabía mover las piezas en el tablero. Al año siguiente, ganó sin dificultad a todos los socios de su club de Brooklyn. En el colegio, los profesores quedaron asombrados al comprobar que su coeficiente intelectual superaba al de Einstein. También fueron ellos quienes, al obligarle a guardar el tablero bajo el pupitre, promovieron su capacidad para jugar partidas a ciegas.

Tras obtener a los 14 años el título de Gran Maestro Internacional, por haber ganado el Campeonato de Estados Unidos, Fischer decidió dedicarse profesionalmente al ajedrez a partir de los 16. En 1958 compite por primera vez a nivel internacional. Además de un juego brillante, Fischer emplea tácticas psicológicas poco convencionales. Sus victorias se deben más a ataques sorpresa que a contraataques o a la acumulación de pequeñas ventajas. De 1958 a 1966 gana ocho veces el Campeonato de Estados Unidos y consigue que el público del país se interese por este deporte. Entre sus victorias destacan Mar de Plata (1960), Estocolmo (1962), Skopje (1967), Zagreb (1970), y Palma de Mallorca (1970).

Entre 1970 y 1971 Fischer gana 20 partidas seguidas antes de perder una y empatar tres contra el antiguo campeón soviético Tigran Petrosyan. De este modo puede clasificarse como aspirante al título de campeón del mundo y retar al soviético Boris Spassky, que mantiene el título desde 1969. Aunque personalmente no le interesa la política, Fischer se ha convertido en una pieza importante a favor de Estados Unidos en el contexto de la guerra fría con la Unión Soviética.

El 1 de septiembre de 1972, y con tan sólo 29 años, el estadounidense Bobby Fischer se convierte en el primer estadounidense que consigue el título de campeón mundial de ajedrez, al vencer al soviético Boris Spassky en Reykjavik, durante el Campeonato que se desarrolla en la capital de Islandia desde el 2 de julio. Fischer, considerado por muchos como el más brillante jugador de ajedrez de todos los tiempos, vence por 12,5 a 8,5 puntos. La enorme apuesta financiera y la gran expectación con que son seguidas las 21 partidas jugadas dan a este duelo de prestigio una repercusión internacional. El campeón conservará su título hasta 1975.

A partir de 1975 Fischer decide no presentarse a defender el título ante Anatoly Karpov, declina lucrativas ofertas y se recluye en el sur de California. Apenas ve a nadie, ni sale a la calle; se dedica a estudiar partidas y aperturas. No volverá a jugar en público hasta 1992, en un duelo de exhibición, otra vez contra Spassky, entonces 991 en la clasificación mundial. El enfrentamiento tuvo lugar en Serbia, país sancionado por la ONU debido al conflicto balcánico. Fischer, acusado de violar las sanciones de Estados Unidos, tuvo que hacer frente a un proceso. Su situación se agravó por problemas con la Hacienda, motivo por el que se instaló en Hungría. Desde 2004 residió en Islandia, país que le había concedido asilo político.

El gran mérito de Fischer fue romper la hegemonía de los jugadores soviéticos en las luchas por el campeonato del mundo. Contribuyó, quizás más que nadie, a que el ajedrez fuese un deporte popular en Occidente, pero fue ayudado por las tensiones de la Guerra Fría tan propias de la época. Su estilo era posicional, parecido al de Capablanca, pero mucho más activo, con más ansia de vencer. Su repertorio de aperturas no era muy extenso, pero lo conocía a la perfección, con una gran memoria para memorizar cientos de variantes.

1 comentario:

  1. La frase sacada de contexto podría ser el manual de un/a ligón/a de fin de semana. Tomo nota.

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