jueves, 21 de noviembre de 2013

Trama

Si alguien sigue las líneas que llevan al corazón del laberinto sin acabarlo, habrá desgastado alrededor de dos milésimas de gramo de grafito y con ello socavará parte de las posibilidades de quien recoja dicho instrumento para un uso posterior, pues entonces uno tendrá que extraer un sacapuntas de la mochila con hoyos y afeitar la madera lo suficiente para poder proseguir con esa manía muy de uno de completar las cosas. Más aun, al continuar con la tarea de llevar esa otra línea navegando entre sus congéneres hasta el corazón aparentemente vacuo de un laberinto impreso en papel periódico, tendrá como consecuencia que uno no vea al amigo de la infancia saludarlo desde la banqueta más allá del ventanal del autobús; situación que acabara por diezmar el perfil moral del susodicho amigo y orillarlo a cometer aquel suicidio del que tantas veces nos habló, y en el que lo implicara a uno como cómplice. Acontecimientos tan burdos sucederán en los pocos segundos que sobran del afable atardecer de Junio, y así, para cuando uno acuda a la cita, encuentre a la amada y le invite una hamburguesa; toda una serie de eventos promete ya descalabrar los planes de buen ciudadano y transformarlo a uno en un precoz fugitivo. Es así como se inaugurará una feroz cacería con las fuerzas del orden y una búsqueda por la verdad, que al final de tan ardua y épica persecución a través de la ciudad, los túneles del metro, la serranía, un deshuesadero de autos, y un muelle de carga, culminara en un encuentro con el amigo vuelto némesis, quien dándole a uno la espalda y luego con el arma en la mano, confesara que siempre supo los efectos del actuar de uno sobre su complicado perfil psicológico. Alumbrados por un camión incendiado y las luces de sirenas aproximándose, nos dirá que el alfil de la balanza es parte de una conspiración internacional por controlar los precios del petróleo, y cuyo plan de acción se desencadenó al empezar aquel laberinto a medias, dejar el lápiz achatado y bajarse de prisa del bus cuando desde el ventanal se le ve uno en la parada.


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1 comentario:

  1. De los que más me han gustado, inteligente, con una trama que ha hecho que siguiera hasta el final del laberinto.
    Saludo

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